Tiago Nunes dijo que la sangre impactó por la falta de Allala, pero así terminó la cara de Spinelli

El partido disputado en el Estadio Rodrigo Paz Delgado, que involucró a Liga de Quito y a un rival cuyo jugador era Spinelli, fue marcado por un incidente de juego que terminó con una notable lesión en el rostro del futbolista. El defensor Allala de LDU estuvo involucrado en la jugada, la cual resultó en un fuerte impacto en el rostro de Spinelli, provocándole una herida visible y con sangre.

La imagen de Claudio Spinelli con el rostro ensangrentado a causa de la falta de Gian Allala generó un impacto inmediato en el campo de juego y en la transmisión. Este tipo de lesiones visibles y sangrantes suelen influir en el desarrollo emocional del partido, tanto para los jugadores como para el cuerpo arbitral en la toma de decisiones.

El director técnico de Liga de Quito, Tiago Nunes, ofreció una perspectiva particular sobre el incidente en sus declaraciones posteriores. El estratega brasileño minimizó la gravedad de la acción de Allala, sugiriendo que el contacto fue "natural" dentro del contexto del juego rudo. Con esta declaración, Nunes intentó restar trascendencia a la infracción de su jugador.

Nunes también hizo una observación psicológica sobre cómo la lesión visible afectó a los presentes, al señalar que los jugadores y el entorno "se dejaron impactar por la sangre". Con esto, el DT insinuó que la reacción desmedida o la posible exageración en la falta se debió más al factor visual de la herida que a la real peligrosidad de la jugada en sí misma.

A pesar de los comentarios del técnico de LDU, la realidad para Claudio Spinelli fue innegable. El delantero tuvo que abandonar el Estadio Rodrigo Paz Delgado con su cara lastimada, específicamente a la altura del ojo. La herida requirió atención médica, confirmando que, más allá de la interpretación de Tiago Nunes, la falta de Allala tuvo una consecuencia física importante.

El incidente no solo dejó un debate sobre la intencionalidad de la falta y el juicio arbitral, sino que también puso el foco en la integridad física de Spinelli. Su salida del estadio con la lesión en el rostro se convirtió en el epílogo gráfico de la dureza del encuentro, contrastando con la visión de Tiago Nunes de un "contacto natural" que, sin embargo, dejó al rival con una notoria marca de guerra.