Por David Alomoto

El fichaje de Deinner Ordóñez por parte del Chelsea FC antes de que el joven defensor ecuatoriano siquiera debutara en Primera División no fue una simple casualidad, sino el resultado de un scouting riguroso. La razón de esta confianza sin precedentes se encuentra en una actuación memorable en el Sudamericano Sub-20, donde Ordóñez dio una cátedra de defensa al neutralizar a una de las promesas más cotizadas del fútbol mundial: Estêvão, el delantero brasileño cuya ficha con el Chelsea se valoró en una suma cercana a los $60 millones de euros.
El encuentro entre Ecuador y Brasil en el torneo Sub-20 se convirtió en el escenario perfecto para que Ordóñez demostrara su jerarquía. Estêvão, conocido en Brasil como "Messinho" y ya en la mira del Chelsea por su habilidad y desequilibrio, era el punto focal del ataque brasileño. Sin embargo, el defensor ecuatoriano se encargó personalmente de anularlo. La prensa y los scouts presentes notaron que Ordóñez aplicó una marca asfixiante y un impecable sentido de la anticipación que cortaron la inspiración del crack brasileño.
La hazaña de Ordóñez fue "borrar" completamente a Estêvão del partido. El delantero de $60 millones no logró desbordar, no pudo generar ocasiones claras y se vio constantemente frustrado por la solidez y la velocidad del central ecuatoriano. Neutralizar a un atacante con tanto hype y valor de mercado es la prueba definitiva para cualquier joven defensor, y Ordóñez la superó con honores, demostrando que su mentalidad y talento están a la altura de la élite.
Este rendimiento contundente proporcionó al Chelsea la justificación perfecta para su fichaje. Si Ordóñez era capaz de dominar y anular a una de sus propias futuras estrellas con un valor tan estratosférico, su potencial para triunfar en la Premier League era incuestionable. La directiva del Chelsea invirtió en Ordóñez basándose en la evidencia directa de su capacidad para el duelo uno contra uno en un torneo de máxima presión.

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La comparación entre ambos talentos es inevitable. Mientras Estêvão es la figura ofensiva y mediática, Ordóñez es el trabajo silencioso y efectivo en la defensa. El hecho de que un zaguero, sin experiencia en Primera, haya podido silenciar al delantero brasileño valorado en $60 millones en un torneo de selecciones juveniles, subraya la inteligencia del scouting que lo descubrió y el gran potencial que tiene para convertirse en un central de clase mundial.

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